Las tiendas de barrio, tanto en Chile como en Colombia, son mucho más que puntos de venta: representan el sustento y la libertad de miles de familias. Sus negocios son verdaderos centros sociales donde prima la confianza y la atención personalizada. En Colombia, casi el 80% de los tenderos asumen todas las labores clave del negocio, y lo considera su secreto mejor guardado. En Chile, hay mayor apertura y formalización del negocio, pues el 100% cuentan con un contador externo, mientras que en Colombia solo el 90% sigue llevando sus cuentas en un cuaderno y solo el 20% tienen registradora.
En ambos países, el vendedor es el verdadero influenciador, porque no solo juega el papel de proveedor de producto, además el un asesor consultivo de la venta. Esto obliga a que la relación sea mucho más que comercial, una relación “familiar”, que determina la entrada y salida de marcas y productos del canal.
La expectativas frente al negocio, sus dolores y movilizadores, la relación que esperan de los proveedores y vendedores, los incentivos predilectos, las importancia de la publicidad ente otros en este estudio realizado en Colombia y Chile.